Las cantidades no son muy exactas porque las suelo hacer a ojo, según lo que tenga en la nevera. Siempre utilizo la variedad pardina, que para mi gusto son las lentejas más ricas. Se puede utilizar otra legumbre, pero poniéndolas a remojo con antelación.
- 200 gr. de lentejas tipo pardina
- 1 calabacín
- 1 zanahoria
- 1 pimiento verde tipo italiano
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cebolla pequeña
- 1 puerro (la parte blanca más las hojas limpias)
- 2 dientes de ajo
- 1 hojita de laurel
- 1 chorrito de aceite de oliva
- sal
- agua o caldo de pollo, ternera o de jamón (o algún concentrado)
- huevo duro (opcional)
Las lentejas son las únicas legumbres a las que no les hace falta remojo previo, así que empezamos limpiando las verduras y troceándolas bien finas.
Cubrimos el fondo de 1 olla con el aceite de oliva, añadimos 1 hojita de laurel y vamos echando: el ajo, los puerros y la cebolla.
Añadimos los pimientos y la zanahoria. Cuando esté un poco rehogado incorporamos el tomate, y por último el calabacín.
Pasados 10 minutitos añadimos las lentejas y el caldo o agua hasta cubrir abundantemente todo.
Si nos hiciese falta más caldo, lo añadimos al final y volvemos a dejar que hierva.
Dejamos que cocine durante 1 hora, 1 hora y media.
Si utilizamos olla rápida con 15 minutos serán suficientes.
Se recomienda echar la sal después de la cocción.
Se puede picar un huevo duro al final.
Están más buenas de un día para otro, como todo lo de cuchara...
A la hora de recalentarlas hay que tener cuidado de que no se peguen, y removerlas de vez en cuando mientras las tenemos al fuego.
Si sólo vamos a consumir unas raciones y no queremos calentar toda la olla, una opción es calentar en el micro. Si lo hacemos en la tartera, debemos dejar que hierva, de lo contrario podrían llegar a fermentar y echar a perder todo el contenido.
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