Esta receta también queda muy bien con cerdo o ternera. Es muy socorrida para aprovechar restos de carne de otras comidas. Verduras las admite todas (coliflor, calabacín, champis, pimientos, zanahoria, guisantes...) No debe faltar algún ingrediente dulce, podemos elegir a nuestro gusto (piña, manzana, sultanas, plátano, coco, dátiles...) Y se puede acompañar con patatas (puré, cocidas, fritas...) o pastas cocidas, aunque lo que mejor le queda es un arroz basmati hervido.
- 1 pechuga de pollo
- 1 zanahoria
- 1 cebolla
- un puñado de guisantes
- 2 tomates cherry
- 1 pimiento del piquillo
- 2 rodajas de piña
- 100 ml. de vino blanco
- 100 ml. de nata líquida (o leche de coco, si le queremos dar un toque más exótico) o 1 yogur griego
- aceite de oliva virgen
- sal y pimienta
- 1 cucharada escasa de curry (dulce o picante)
Si utilizamos los restos de un pollo asado, lo desmenuzamos o cortamos en daditos la carne.
Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva y ponemos a fuego medio-fuerte.
Doramos el pollo (si lo tenemos crudo)y añadimos las verduras que querramos añadir (excepto el piquillo y los guisantes).
Dejamos que se cocine todo un poco y añadimos el vino, el curry, la sal, la pimienta y removemos (en este momento añadiríamos el pollo desmenuzado si lo utilizásemos cocinado).
Añadimos la nata junto con los guisantes, el piquillo y la piña picados.
Dejamos reducir hasta que la salsita espese y listo para servir!
Este plato queda genial presentado con arroz blanco como guarnición.
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