Piruletas de parmesano



Un picoteo original y crujiente que nos puede servir como centro de mesa o decoración para otras recetas.




  • Parmigiano-Reggiano rallado
  • semillas de amapola (opcional)
  • palillos de brochetas



Rallamos el queso parmesano.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal y vamos colocando montocitos de queso en forma de circulo (podemos usar un molde circular pero no es necesario).

No importa que queden como montañitas, luego en el horno, bajará.
Ponemos una brocheta de madera a modo de piruleta. Que quede entre el queso. Podemos colocarla encima del montoncito y luego poner otro poco más de queso para que el palillo quede "pegado".
Espolvoreamos unas semillas de amapola por encima de los montoncitos.

Precalentamos el horno a 200º e introducimos la bandeja con las piruletas. Cuando veamos que empiezan a tomar un color dorado (aproximadamente 5 minutos) retiramos del horno.

Dejamos enfriar y las retiramos con cuidado, son frágiles.

Podemos colocarlas a modo de centro de mesa, pinchándolas en un vaso en el que habremos colocado sal gruesa, por ejemplo.



*Se les puede añadir jamón curado muy picadito, ajo en polvo, pimentón de la Vera, hierbas aromáticas, pipas peladas... aunque sólo el queso están riquísimas.


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