Otoño, época membrillos. Esta receta nos permite consumirlos durante todo el año, porque se conserva en la nevera estupendamente. Está muy bueno con cualquier tipo de queso o como ingrediente de postres.
- 700 gr. de membrillos
- 1 limón
- 700 gr. de azúcar
Lavamos bien los membrillos con agua y un cepillito, para eliminar el "terciopelo" propio de esta fruta. Los descorazonamos (yo le dejo la piel, pero podemos pelarlos también), y troceamos. Ponemos la báscula a 0, y vamos pesando.
Pelamos a lo vivo el limón, con cuidado que no tenga pepitas (yo muchas veces le pongo 1 lima).
Añadimos el azúcar (yo le pongo un poco menos porque no me gusta tan dulce) y trituramos todo junto durante 30 segundos, en velocidad 10 ayudándonos con la espátula introducida por el bocal y dándole vueltas.
*Si añadimos los membrillos y el azúcar en capas intercaladas, ayudaremos a la máquina en la trituración, ya que es una fruta muy dura.
Bajamos lo que haya quedado en las paredes del vaso para que esto no quede crudo y programamos 35 minutos, a 100º, velocidad 5.
Los primeros minutos dejamos el cubilete en su posición (al principio, la preparación salpica), pero los últimos lo retiramos y ponemos el cestillo sobre la tapadera para que evapore mejor-
*El azúcar moreno hará que quede más oscurito el membrillo y como ese tipo de azúcar endulza menos que el normal, entonces pongo la misma cantidad de membrillo que de azúcar. Si lo hacemos con azúcar blanco, con 600 gramos sería suficiente.
Pasamos a un recipiente, dejamos caer sobre la encimera, como con unos golpes, para que asiente bien, las posibles burbujas suban y la superficie quede bien lisa.
Dejamos enfriar en un lugar fresco y tapamos un un film plástico bien pegadito a la carne de membrillo, cuanto menos aire esté en contacto con él, mejor.
Cuando enfríe completamente lo conservamos en el frigorífico, donde aguantará muchos meses.
*Helado de queso con membrillo [Thermomix]
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