Esta receta, típicamente mexicana, es ideal para una dieta baja en calorías y muy fresquita para el verano. Lo ideal es que tenga un punto picante, pero si no os gusta, podemos prescindir de él.
- 500 gr. de calamares (cuanto más pequeños, mejor)
- 1 pimiento jalapeño o guindilla fresca (opcional)
- 4 tomates grandes
- 1 pimiento rojo
- 1 cebolla grande
- 1 diente de ajo
- 5 cucharadas de aceite de oliva
- perejil
- el zumo de 1 limón
- sal y pimienta negra de molinillo
Lavamos y limpiamos los calamares, quitándoles la pluma (eso que parece un plástico). Después de aclararlos, los cortamos en aros finos. Los echamos en un sartén y los cubrimos con agua. Salpimentamos. Tapamos y dejamos cocer a fuego lento durante 25 minutos.
Pelamos la cebolla y la cortamos en rodajas. Calentamos 2 cucharadas de aceite y doramos la cebolla. Durante muy poco tiempo, que quede transparente, nada más.
Escaldamos (introducirlos en agua hirviendo durante un par de minutos) y pelamos los tomates. Los cortamos en cuartos, les quitamos las semillas y los cortamos en trocitos. Lavamos el pimiento rojo, lo cortamos en sentido longitudinal y les quitamos las semillas. Lo cortamos en daditos. Si utilizamos el jalapeño, le quitamos las semillas y lo lavamos, para aligerar el picante, y lo troceamos pequeñito. Mezclamos los tomates, el pimiento rojo, el jalapeño y la cebolla.
Ponemos en un bol: 3 cucharadas de aceite de oliva, el zumo de limón y salpimentamos. Picamos el perejil, prensamos el ajo y lo añadimos al aliño.
Escurrimos los aros de calamar, los secamos con papel de cocina y los incorporamos a la ensalada de tomate. Cubrimos con el aliño y dejamos que coja el sabor una hora como mínimo en el frigorífico.
*Si no tenemos jalapeños o guidilla fresca podemos utilizar pimiento normal (rojo, verde...) y añadir unas gotas de tabasco® para darle el toque picante.
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