Esta crema se puede consumir tanto caliente como fría. Podemos variar los ingredientes para enriquecer o aligerar el plato: utilizar mantequilla, leche entera o nata... frente caldo desgrasado y quesitos desnatados.
Yo nunca pelo los calabacines, la piel aporta fibra y un bonito color jaspeado, pero si fuesen muy grandes (y poco tiernos) los pelaríamos y desecharíamos las pepitas. Cuando los compremos debemos comprobar que sean: firmes al tacto, compactos, pequeños, sin manchas en la piel y pesados en relación con su tamaño.
- 60 gr. de aceite de oliva
- 3 puerros (sólo la parte blanca) o una cebolla
- 2 dientes de ajo
- 700 gr. de calabacines
- 700 gr. de leche (o agua, caldo vegetal o caldo de pollo desgrasado)
- sal
- 7 quesitos en porciones
- pimienta blanca molida
Ponemos en una olla el aceite a calentar. Añadimos los puerros cortados en rodajas (o la cebolla) y los ajos picaditos. Sofreímos durante un par de minutos y añadimos los calabacines partidos en trocitos.
Cuando las hortalizas estén pochaditas añadimos la sal, la pimienta y el líquido que utilicemos (agua, leche o caldo) y dejamos cocer unos diez minutos.
Pasado este tiempo agregamos los quesitos y trituramos con una batidora.
Incorporamos más agua o leche si se desea y rectificamos de sal. Listo!
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