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Tortillas mexicanas de trigo


Esta receta es indispensable en cualquier platillo mexicano. Es un poco laboriosa, pero el sabor no tiene nada que ver con las tortillas que se venden preparadas. La masa no lleva más que harina y agua, ya que siempre se consumen acompañando alimentos sabrosos: queso, carnes, salsas... 

Podemos prepararlas con antelación y conservarlas por un mes en el congelador.





  • 2 medidas de harina de trigo
  • 1 medida de agua




En un bol ponemos la harina y vamos agregando poco a poco el agua hasta formar una masa flexible. Es muy importante que la amasemos bien, ya que esto es lo que va a permitir que la tortilla se infle y se cocine bien.
Dejamos reposar 10 minutos a temperatura ambiente cubriendo la masa con un paño.

Hacemos bolitas y dejamos reposar cubiertas del paño otros cinco minutos.

Enharinamos la mesa de trabajo (yo para esto utilicé harina de maiz amarilla, pero no es indispensable) y aplanamos cada pelotita hasta que quede muy fina (máximo unos tres milímetros de grosor). Agregamos más harina si fuese necesario. Este trabajo se hace tradicionalmente con las manos, pero tardaríamos mucho.
Si utilizamos un plástico o papel vegetal sobre la mesa de trabajo, lo enharinamos y encima colocas la bolita con otro plástico o papel y pasamos el rodillo sobre él, nos sería más fácil manipular las tortillas, al ser tan delgadas suelen romperse.

Calentamos una sartén de fondo grueso o una plancha (sin poner nada).
Cocinamos un lado de la tortilla durante 1 minuto. Le damos la vuelta y cuando empiece a inflarse ya podemos darle las vueltas que queramos mientras se termina de cocer, durante un minuto o dos, aproximadamente.
Es importante que la consistencia de la tortilla sea flexible, por lo que no debemos pasarnos en tostarla.



Según las vamos haciendo, las reservamos tapadas con un paño, para que el calor se mantenga. Servimos calientes.





*Para facilitarnos el trabajo, podemos congelar las tortillas e irlas sacando según se van necesitando.
Una vez que hayan enfriado, comprobamos que estén despegadas, las metemos en una bolsa plástica, cerramos herméticamente y al congelador.
Las piezas se sacan una a una conforme se van necesitando, metemos la punta de un cuchillo entre dos tortillas y con un giro de muñeca las separamos. Para calentarlas programamos el microondas unos segundos por tortilla o dejamos que cojan flexibilidad y temperatura en una plancha.


*Ésta es la harina de maíz que he utilizado para darle un toque final rugoso: fécula de maíz amarillo. Totalmente opcional.Lo encontramos en cualquier tienda de productos latinos y a muy buen precio. Si tenéis dudas, preguntad al dependiente, os aconsejará.

3 comentarios:

  1. María que bien!!" yo nunca las hice, pero me tengo que animar!! como las conservas, las congelas? gracias y fuchiquitos!!!

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  2. Sí, cuando las hago, hago cantidad. Y cada vez me salen mejor!!!
    Las congelo y luego voy sacando de una en una, de dos en dos... Sirven para un enrollado rápido frío, una quesadilla... muchas opciones!
    Dan un poco de trabajillo, pero es como todo lo que se hace en casa: mucho más rico!

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  3. Pero como las congelas, me refiero para que no se te peguen

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