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Tarta de hojaldre con frutas



Ésta es una receta rapidísima y fácil, donde lo único laborioso es hacer la crema pastelera. Si tenemos thermomix se hace sin esfuerzo.

Podemos hacer la crema pastelera sólo con yemas, utilizando 6 yemas en lugar de 3 huevos. También podemos añadirle 50 gr. de licor (brandy, ron o cogñac, al gusto).

Otra opción es hornear con la crema y la fruta ya colocadas, cosa que sólo hago cuando se trata de manzana fresca.

Si no queremos (o no tenemos la gelatina especial), podemos usar como barniz un poco de mermelada; la de albaricoque diluida con un poco de agua le va fantástico.
La gelatina NO cuaja con ciertas frutas como kiwi, sandía, melón o piña: Estas frutas, sobre todo cuando no están bien maduras, contienen una enzima proteolítica llamada bromelina (que se encuentra principalmente en la piña, pero también en otras frutas en menor cantidad); esta enzima se usa como ablandador de carne porque hidroliza (rompe) las moléculas de proteína. La gelatina está hecha de grenetina, que se extrae del cartílago de animales, o sea, de proteínas. Cuando viertes la gelatina sobre las frutas, esta enzima degrada a la grenetina y por eso no cuaja. Podemos cocer las frutas en agua caliente antes de ponerlas en la gelatina; de esta manera inactivamos la enzima; por eso si usamos fruta enlatada o en almíbar no sucede eso.



  • 1 plancha de hojaldre rectangular
Para la crema pastelera:
  • 100 gr. de azúcar 
  • 500 gr. de leche entera
  • 50 gr. de harina de maíz (Maicena®)
  • 3 huevos 
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla o 1 cucharada de azúcar vainillado
Para la cobertura:
  • frutas al gusto, frescas o en almíbar (en este caso melocotón, piña, uvas, cerezas y kiwi)
  • ½ sobre de gelatina (especial cobertura con frutas)



Hornear el hojaldre:

Colocamos la plancha de hojaldre en la bandeja del horno extendida en el propio papel que trae.
La pinchamos con un tenedor (para que no suba durante el horneado) y la metemos al horno precalentado a 180ºC hasta que veamos que se ha dorado el hojaldre.
(Otra opción es ponerle algo de peso encima, como unos garbanzos que usaremos sólo para esto y podemos guardar).

Si sube no os preocupéis, aplastaríamos el hojaldre con una espumadera, y como vamos a poner la crema por encima, no se apreciará en el resultado final.

Podemos hacer unos rebordes como en la foto, aunque no es imprescindible.




Crema pastelera de forma tradicional:

Ponemos los huevos en un bol con el azúcar, batimos con unas varillas hasta obtener una crema homogénea. Reservamos.

Separamos un vaso de leche (que esté fría, la maicena® se disuelve mejor en líquidos fríos) y echamos en él la harina, para disolverla. Reservamos.

En un cazo ponemos el resto de la leche a calentar (que no llegue a hervir) y cuando tenga temperatura incorporamos poco a poco la leche bien fría con la maicena®, sin parar de remover con unas varillas.

Cuando empiecen las primeras burbujas, y la crema haya cogido cierta consistencia, apartamos el cazo del fuego.
Y sin parar de remover añadimos la mezcla de huevos y azúcar. Lo haremos rápidamente con las varillas para que no cuaje de forma inmediata por el calor.

Cuando esté todo bien integrado y la mezcla sea homogénea, seguimos removiendo, pero ya en el fuego, a baja potencia mientra se espesa la crema.
No dejéis de remover bien y de vigilar el fondo del cazo para que no se pegue.

Pasado un rato la crema estará bien densa. Retiramos del fuego y dejamos enfriar antes de extenderla sobre el hojaldre.



Crema pastelera en Thermomix:

Ponemos todos los ingredientes en el vaso y programamos 7 minutos, 100º, velocidad 4.
Dejamos que enfríe y ya está lista para verter encima de la plancha de hojaldre horneada.



Montaje de la tarta:

Sobre la base de hojaldre horneada, y ya fría, vertemos la crema pastelera, también fría. Con una cuchara la extendemos bien, para que nos quede bien repartida por todo el rectángulo.
Cuidado que no desborde, aunque si tenemos la crema con la consistencia apropiada, nos será muy fácil.

Para colocar la fruta sólo tenemos que lavarla (si se trata de fruta fresca), quitarle posibles pepitas (como en el caso de las cerezas), y trocearla de forma que sea cómodo a la hora de cortar y comer la tarta.
La disposición es totalmente al gusto, yo en este caso lo hice en hileras.

Para darle el brillo final, usaremos medio sobre de gelatina especial coberturas.
Lo preparamos según las indicaciones del fabricante, con agua y un poco de azúcar. Cuando esté frío, pero no del todo, vertemos la gelatina a cucharadas sobre las frutas, y siempre empezando por el centro.

En cuanto acabemos este último paso, introducimos la tarta en el frigorífico hasta la hora de consumirla. Así estará bien fresquita, y deliciosa.



Selva negra [Thermomix]




A esta receta le tengo un especial cariño por haber sido la primera tarta que hice con Thermomix. Nos gustó tanto y la hice tantas veces que terminé aburriéndola.
Ahora que han pasado años, y me he hartado de recomendarla (porque es fácil y muy rica, aunque veáis muchos pasos...), me decido a colgarla en el blog porque es de un libro que se ha dejado de publicar: Cocina para Fechas Especiales.

Siempre la he hecho sin cerezas, y a veces sin licor. Se puede prescindir perfectamente de ambos.

Con estas medidas he hecho 2 mini tartas en vez de 1 grande (6-8 raciones).
Me he animado a colorear la nata para una de ellas de rosa, porque cuando le pregunté a mi ahijada de qué quería que hiciese la tarta, porque necesitaba que me ayudase a soplar las velas, me dijo: "ROZA!", vale María... pero, ¿de qué? "COCHOLATE!"
Así que aquí está el invento.


*Perdón por la calidad de las fotos, son peores de lo habitual. Cuando vuelva a hacer esta tarta intentaré sacar unas mejores.



Bizcocho:
- 100 gr. de harina
- 40 gr. de cacao puro en polvo
- 2 cucharaditas de levadura química Royal
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 1 pizca de sal
- 3 huevos
- 150 gr. de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 40 gr. de kirsch (opcional)


Relleno:
- 250 gr. de cereza al kirsch (opcional)
- 600 gr. de nata líquida muy fría (para montar)
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 100 gr. de azúcar glas


Para adornar:
- chocolate negro



Lo primero que haremos (aprovechando que empezamos con el vaso limpio y seco) será el azúcar glas para montar la nata del relleno.
Ponemos el azúcar en el vaso y pulverizamos en velocidad máxima hasta que veamos que por el bocal salga como humo.
Retiramos y reservamos hasta el momento de montar la nata.

Bizcocho:
Ponemos en el vaso la harina, el cacao, la levadura, el azúcar vainillado y la sal.
Pulverizamos todo 20 segundos en velocidad máxima.
De esta forma la mezcla quedará homogénea.
Vertemos en un cuenco y reservamos.

Ponemos la mariposa en las cuchillas y agregamos al vaso los huevos y el azúcar.
Programamos 5 minutos, 37º, velocidad 3 y ½.
Quitamos la temperatura y programamos 4 minutos a la misma velocidad.

Añadimos al vaso la mantequilla y la mezcla de harina y cacao preparada anteriormente.
Mezclamos todo 10 segundos en velocidad 1 y ½.
Terminamos de unirlo quitando la mariposa y ayudándonos de la espátula, suavemente y con movimientos envolventes.
Si queremos echarle el licor, lo añadimos ahora y mezclamos.

Engrasamos y enharinamos un molde alto de 22 ó 24 cm. de diámetro.
Vertemos en él la mezcla y lo introducimos en el horno, precalentado, a 180ºC, durante 20 ó 25 minutos.
Para comprobar que esté cocido, lo pinchamos en el centro (la aguja debe salir limpia).
Desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar completamente.



Relleno:
Mientras, lavamos el vaso para montar la nata.
Ponemos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso muy frío la nata (también muy fría) y el azúcar vainillado.
(Para tener la nata muy fría debemos poner el brick en la parte más fría de la nevera, pegada a la pared del fondo, nunca en la puerta. 
Para enfriar el vaso, trituraremos unos hielos, y después tiramos el granizado, secamos un poco y listo!
Si queremos darle más estabilidad a la nata, podemos añadir un sobre de gelatina neutra o de estabilizante para nata, antes de montar. Nos quedará una nata montada y bien tiesa. Pero no es imprescindible.)
Programamos velocidad 3 y ½ y estaremos pendientes para parar la máquina en cuanto esté montada (si nos pasamos de tiempo se convertirá en mantequilla).
Añadimos el azúcar glas y envolvemos con la espátula.



Montaje:
Partimos el bizcocho por la mitad en sentido transversal y pintamos la mitad con el licor de las cerezas (si las queremos utilizar).
Cubrimos este disco de bizcocho con nata montada y ponemos encima las cerezas (previamente escurridas en papel de cocina, dejando alguna para adornar).
Pintamos con el licor la cara interna de la otra mitad de bizcocho (con almíbar, otro licor, o lo que nos apetezca) y lo colocamos dándole su forma original.

Cubrimos toda la tarta con la nata restante, alisándola con una espátula.



Adornos:
Sobre la superficie  podemos poner unas rosetas (hechas con una manga pastelera con boquilla rizada) y sobre cada una de ellas, una cereza.

Terminamos de adornar con un poco de chocolate troceado o rallado al gusto. A mí lo que más me gusta es hacer virutas con un pelapatatas.

La conservamos en el frigorífico hasta el momento de servir.
Tengo que confesar que me gusta más al día siguiente: el bizcocho está un poco húmedo, bien integrado con el licor y la nata.
A disfrutar!!!


Vista (muy mala) del corte.